El 27 de Noviembre es el Día Internacional de la Dermatitis Atópica.
En este post os voy a hablar sobre ella, cada día más conocida y por ello más fácil de tratar.
Hace tiempo, había poco conocimiento y pocos productos para tratarla, las mamis se agobiaban mucho cuando sus hijos la padecían. Hoy en día, al principio también se disgustan cuando a sus peques les diagnostican piel atópica, pero en seguida asimilan esta situación y se ven respaldadas por el pediatra, el dermatólogo, los farmacéuticos… Así pues, no hay que alarmarse en exceso. Hay que seguir unos hábitos de vida determinados, estar pendientes y seguir las indicaciones de los profesionales de la salud.
QUÉ ES LA DERMATITIS ATÓPICA?
Es una patología inflamatoria crónica de la piel que alterna períodos de brotes con períodos sin brotes, también llamados como INTERBROTES o PERÍODOS DE REMISIÓN, cuya duración es variable.
Suele comenzar en la infancia, aunque puede ocurrir a cualquier edad. El 60% de los casos surge en el primer año de vida y hasta un 85% en los primeros 5 años de edad.
Se caracteriza por un déficit en la producción de lípidos de la piel.
Se manifiesta con enrojecimiento y descamación (eccemas), sequedad, picor intenso y riesgo de sobreinfección de la piel.
Es una patología multifactorial, pues itervinen factores hereditarios, biológicos, ambientales e inmunológicos.
Con las adecuadas medidas higiénicas y de hidratación, el bebé puede apenas padecer síntomas y evitar así los BROTES o PERÍODOS DE AGUDIZACIÓN, que requieren tratamiento.
FASES DE LA DERMATITIS ATÓPICA:
Aunque suele aparecer en los bebés, se puede clasificar en 3 fases según la edad:
– FASE DEL LACTANTE: Abarca desde el nacimiento hasta los 2 años de edad. El 75% de
los pacientes desarrollan los síntomas en esta etapa. El intenso picor que sufren los
bebés puede provocarles cierto nerviosismo y dificultad para dormir a la vez que el
rascado puede ocasionar sangrado e infecciones. Los brotes suelen ser intensos y
frecuentes, pero tienden a disminuir al final del segundo año. En esta fase, los
síntomas suelen aparecer en la carita, los brazos, las piernas y el tronco.
– FASE INFANTIL: Abarca de los 2 años a los 12 años de edad. Es la continuación de la
fase lactante. El niño puede mostrar una piel extremadamente seca y cierta
descamación. En esta fase, los síntomas se manifiestan en párpados y áreas flexurales.
– FASE ADOLESCENTE-ADULTO: Aunque ya a partir de la pubertad la incidencia de la
patología disminuye, un 20-30% de los pacientes siguen sufriendo brotes crónicos. Los
síntomas se manifiestan en cara, nuca, codos, rodillas, muñecas, tobillos y pies.
TRATAMIENTO:
El tratamiento de la dermatitis es muy sencillo y tiene como objetivo eliminar el picor y desinflamar la piel, así como hidratarla y estimular la síntesis de lípidos para prevenir los brotes.
Puede consistir en un tratamiento terapéutico, prescrito por médico, con medicamentos específicos, para tratar los brotes más intensos; o bien, un tratamiento con dermocosméticos farmacéuticos para evitar al máximo los brotes y cuidar la piel en todo momento. Lo ideal siempre es prevenir los brotes.
– MEDICAMENTOS:
Corticoides e inmunomoduladores tópicos, antihistamínicos, antibióticos y
probióticos para estimular las defensas de la piel.
– PRODUCTOS DERMOFARMACÉUTICOS:
– EMOLIENTES: Productos que hidratan y suavizan la piel, ricos en sustancias
calmantes y aceites hidratantes, evitan sequedad e inflamación.
En los BROTES se emplean como coadyuvantes del tratamiento medicamentoso,
pudiendo reducir en un 50% el uso de corticoides tópicos.
En INTERBROTES, los productos ricos en ceramidas permiten restaurar las
características fisiológicas de la piel, mejorando así su función de barrera protectora.
– HIGIÉNICOS: Se recomiendan detergentes sin jabón o syndets
para piel atópica.
IMPORTANTE: LIBRES DE COLORANTES Y PERFUMES.
PREVENCIÓN DE BROTES:
– BAÑO: La temperatura recomendada es de 30-35ºC (evitar baños muy calientes) y de
no más de 10 minutos para evitar una mayor deshidratación cutánea. Preferible el
baño a la ducha, pues el primero favorece la hidratación, facilita la penetración de
crema o loción y relaja. Son recomendables las emulsiones sin jabón, sobregrasas y
con pH fisiológico. No es conveniente el uso de esponjas y se debe secar el cuerpo
suavemente, sin frotar, mejor en toquecitos.
– ROPA: Ideal 100% algodón o seda, evitar lana y tejidos sintéticos
Evitar el uso de suavizantes en la colada.
– ESPACIOS CERRADOS: Eliminar en lo posible el polvo y los ácaros(evitar alfombras y
peluches) para prevenir infecciones de la piel. Los purificadores ionizadores de aire
son una buena opción. La habitación debe estar a una temperatura templada y bien
ventilada, evitar cambios bruscos de temperatura y ambiente seco.
– PLAYA Y PISCINA: Pese a que el verano, por el sol y el agua del mar, es beneficioso
para la dermatitis y los eccemas, cuando las lesiones supuran pueden infectarse. Por
otro lado, el cloro de la piscina reseca la piel. Es muy importante la fotoprotección
total testado en pieles atópicas e hidratar con aftersun y la crema específica.
– INVIERNO: El frío, el viento seco y los cambios de temperatura (frío-calor, calor-frío), agravan la dermatitis
Las UÑAS, tanto de los padres como de los niños, deben estar siempre cortas y limpias
para evitar lesiones (sobre todo al rascarse); evitar productos irritantes (perfumes).
Es muy recomendable prolongar la lactancia materna, pues aumenta las defensas del bebé y evita alergias.
En las farmacias se pueden encontrar varias marcas de cosméticos específicos para el tratamiento de pieles atópicas:
foto cortesía de Eucerín |
Foto cortesía de Isdin |
Foto cortesía de La Roche-Posay |
Foto cortesía de Reckitt |
Foto cortesía de Reckitt |
Foto cortesía de Bioderma |
Foto cortesía de Stada |
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