He de reconocer que los exfoliantes me encantan, tanto los faciales como los corporales. Ayudan a limpiar la piel en profundidad. Los recomiendo mucho, en función del tipo de piel, porque creo que deben ser parte de nuestro cuidado facial y corporal.
La exfoliación puede ser por métodos físicos, químicos, enzimáticos o por peel off.
En esta entrada os hablaré de EXFOLIANTES FÍSICOS CORPORALES.
Diariamente se generan nuevas células en las capas más profundas de la piel, que van ascendiendo hasta la epidermis. Así la piel se regenera constantemente, impidiendo su desgaste, pero deja células muertas en la superficie que impiden su correcta oxigenación y favorecen la acumulación de resíduos y bacterias propias de la piel y el sudor, tapando los poros y pudiendo desencadenar procesos patológicos.
La exfoliación física, también llamada SCRUB, es un método de limpieza por abrasión, esto es, mediante fricción, eliminamos las células muertas de las capas superficiales de la dermis.
Es un método físico para limpiar nuestra piel, gracias a las partículas inertes abrasivas, que pueden ser micropartículas sintéticas, micropartículas vegetales, semillas en polvo, sal marina, azúcar, polvos finos de origen mineral, incorporadas a un cosmético tipo gel espumoso o gel-crema espumoso. Suelen estar enriquecidos con aceites vegetales, mantecas, miel, extractos vegetales, activos como la cafeína…
Aplicaremos el exfoliante sobre la piel húmeda, dando un suave masaje con movimientos circulares, para estimular la circulación sanguínea, haciendo incapié en las zonas con hiperqueratosis como los codos y las rodillas. No hacer mucha fuerza al realizar el masaje, pues podríamos dañar la piel. A continuación, aclaramos con abundante agua.
En función de la intensidad de la aplicación, del tamaño de partícula y su dureza, la exfoliación será más o menos fuerte.
Es recomendable realizarlo al menos una o dos veces por semana, pues las células epiteliales del cuerpo no se regeneran tan rápido como las de la cara. Así nuestra piel queda preparada para absorber mejor tratamientos porteriores, como anticelulíticos, pues, por un lado, queda limpia de células muertas y por otro, hemos activado la circulación sanguínea, mejorando la llegada de los activos del tratamiento posterior a su diana. También es recomendable antes de la depilación, para evitar la aparición de vello enquistado, o antes de aplicar un autobronceador, para dar un tono uniforme a la piel, sin hiperpigmentación en zonas donde la piel es más gruesa, como codos y rodillas.
Tras el verano, es un paso necesario para regenerar la piel que ha sido expuesta al sol, la arena, el cloro…
Es preferible realizar la exfoliación por la noche, pero si lo haces por el día, procura no exponerte inmediatamente al sol y mucho menos sin protector solar.
Tras cada exfoliación, aplicar crema hidratante o el tratamiento corporal diario.
No es adecuado para la piel sensible, reactiva, si sufre alguna patología o tiene heridas. Consultar al dermatólogo.
Hice un POST PROBANDO SCRUBS CORPORALES en el que las probadoras comparaban algunos, puedes verlo AQUÍ
En las farmacias podemos encontrar varios exfoliantes físicos corporales de distintos laboratorios dermofarmacéuticos:
foto cortesía Caudalíe |
foto cortesía Apivita |
foto cortesía Nuxe |
foto cortesía Avène |
foto cortesía Mi Rebotica |
Foto cortesía Apivita |
foto cortesía Per Purr |