El cuidado de la piel en contacto con el pañal es fundamental para mantener su equilibrio y reducir lesiones en esan zona.
Se denomina DERMATITIS DEL PAÑAL a la lesión cutánea en la zona que cubre éste y que se manifiesta a través de un enrojecimiento e inflamación de la piel. Su mayor incidencia es en la infancia pero también la pueden padecer adultos con incontinencia o parálisis que precisen de pañales.
Son diversas las CAUSAS que producen esta dermatitis.
Por un lado, influye la ESTRUCTURA CUTÁNEA en los primeros años de vida. La piel infantil es extremadamente sensible, pues el estrato córneo que ejerce la función de barrera es muy fino y permeable, lo que conlleva a una mayor transpiración con la consecuente humedad.
Por otro lado, influyen factores físicos externos como la FALTA DE SEQUEDAD Y AIREACIÓN debido al ambiente oclusivo que genera el pañal, las FRICCIONES al limpiar el culete, los CAMBIOS DE pH en la epidermis por el contacto con la orina y las heces y el uso de jabones, toallitas o productos desinfectantes. En ocasiones, el cambio de alimentación, los procesos diarreicos, la dentición y tratamientos farmacológicos pueden ser factores predisponentes.
El contacto contínuo de las heces y la orina con la piel provocan que las enzimas fecales degraden la urea de la orina originando sustancias derivadas del amoníaco potencialmente irritantes. Adicionalmente, el calor de las heces y la orina producen una maceración que aumenta el pH de la zona, exacerbando la irritación ya existente.
Aunque los pañales desechables han ayudado al descenso de esta afectación, puede ocurrir que algunas pieles reaccionen a los componentes celulósicos de los que están formados.
Si no se trata adecuadamente, pueden darse COMPLICACIONES de la dermatitis, pues la barrera cutánea, una vez lesionada, está especialmente expuesta a sobreinfecciones por hongos y/o bacterias. La dermatitis del pañal está frecuéntemente relacionada con afecciones de Cándida albicans, hongo de la piel que, en situación sana, no produce daños, pero en pieles afectadas y con humedad coloniza rápidamente, apareciendo manchas rojizas y brillantes. En cuanto a una sobreinfección bacteriana, los causantes más frecuentes son Streptococcus o Stafilococcus.
Los SÍNTOMAS son ENROJECIMIENTO, IRRITACIÓN y ESCOZOR, pudiendo llegar a causar escamación, heridas sangrantes y un fuerte proceso inflamatorio.
El TRATAMIENTO es principalmente local:
– TRATAMIENTO PREVENTIVO: Para mantener íntegra la barrera cutánea. Lo más importante es mantener una buena higiene, con agua, jabón suave y buen secado, con una toalla suave, dando toques, sin frotar para evitar irritación. En niñas es importante que el lavado sea en sentido anteroposterior, para evitar contaminaciones de las heces a la vulva.
– TRATAMIENTO SINTOMÁTICO: Los preparados cosméticos están orientados a evitar la irritación de la piel gracias a su acción frente a las enzimas fecales, a su acción barrera protectora absorvente, a su acción restablecedora del pH y a su acción hidratante y regenerativa. Estos preparados se presentan en forma de cremas, pastas, pomadas o bálsamos. Entre sus ingredientes llevan sustancias emolientes grasas como vaselina, parafina, ceras y aceites que crean una película sobre la piel, evitando la pérdida de agua del estrato córneo manteniéndolo hidratado. También incluyen agentes absorventes y astringentes, como el óxido de zinc y el talco. Suelen incorporar agentes cicatrizantes, antienzimáticos y reparadores.
– TRATAMIENTO TERAPÉUTICO: _Siempre bajo supervisión médica.
Cuando se alcanza un proceso inflamatorio severo, se ha de recurrir a corticoides tópicos. Si hay sobreinfección, se tratará con agentes antifúngicos o antibióticos tópicos.
CONSEJOS FARMACÉUTICOS.
– Mantener la zona seca y aireada.
– Cambiar frecuéntemente el pañal.
– Limpiar la zona con agua y jabón suave seguido de un secado delicado.
– Aplicar tratamientos protectores en cada cambio.
– Evitar formulaciones con sustancias sensibilizantes (lanolina, conservantes, aroma)
Teresa Gil Alegre. Farmacéutica Adjunta.